Cambiar de un pensamiento táctico a uno estratégico demanda disciplina y una práctica constante. Como escribió Napoleon Hill, "La victoria siempre viene a aquellos que están dispuestos a pagar el precio." Esta cita encierra el valor de cultivar habilidades como el realismo, la reflexión crítica y la visión de conjunto.

En nuestro último encuentro, exploramos la importancia de desarrollar competencias clave para liderar con éxito en el mundo empresarial. Discutimos dos de ellas: la visión estratégica y el conocimiento en red. 

Sin embargo, en este viaje hacia el emprendimiento efectivo, hay muchas otras habilidades cruciales que iremos descubriendo juntos, proporcionándote herramientas prácticas para potenciar tu creatividad emprendedora. 

Mi compromiso es guiar tu capacidad para comunicar de manera efectiva y fortalecer tu proyecto emprendedor con confianza. Aspiro a forjar tu mentalidad en un recurso indestructible capaz de superar cualquier obstáculo y disfrutar plenamente del proceso, liberando tu máximo potencial creativo. Hoy nos adentraremos en una competencia fundamental: la visión estratégica.

En palabras de Sun Tzu, autor de "El Arte de la Guerra", "Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo, y podrás luchar cien batallas sin peligro de derrota." Esta antigua sabiduría militar destaca la esencia del pensamiento estratégico: comprender el entorno, anticipar movimientos y maximizar recursos para alcanzar el éxito.

Aún sabiendo que la clave para tomar buenas decisiones es cultivar nuestro pensamiento estratégico ¿por qué nos resistimos a mejorar nuestro pensamiento estratégico? 

Evolutivamente, los seres humanos hemos desarrollado una tendencia al pensamiento táctico como parte de nuestra estrategia de supervivencia. Esta inclinación nos lleva a evaluar rápidamente las situaciones, tomar decisiones basadas en el instinto y responder a las amenazas inmediatas.

"Los árboles no te dejan ver el bosque." Este proverbio nos recuerda cómo el pensamiento táctico, aunque útil para resolver problemas inmediatos, a menudo nos impide vislumbrar la magnitud completa de nuestros desafíos. En contraste, el pensamiento estratégico no solo reacciona ante las adversidades, sino que las anticipa y prepara con meticulosidad respuestas efectivas.

Josh Manion, maestro del ajedrez y fundador de una de las compañías más exitosas de Estados Unidos, atribuye gran parte de su éxito empresarial a tres reglas fundamentales que aprendió jugando ajedrez. 

Imaginemos por un momento estar frente a un tablero de ajedrez, enfrentando una situación desafiante. La tentación de capturar una pieza valiosa puede ser fuerte, pero como dijo Josh Manion, maestro e ajedrez ”Si ves un buen movimiento, espera. Puede haber otro mejor". Esta perspectiva nos invita a reflexionar sobre cómo el pensamiento estratégico nos ayuda a evitar decisiones impulsivas y a enfocarnos en estrategias que maximicen nuestro crecimiento empresarial a largo plazo.

En el ajedrez, Manion descubrió que el primer movimiento que parece bueno puede no ser siempre el mejor.” Esta lección nos recuerda la importancia de mantener una visión global de nuestro negocio y resistir la tentación de optar por la primera oportunidad que se nos presente. 

Además, Manion destaca la necesidad de planificar varios movimientos por adelantado para ganar en el ajedrez. Similarmente, en los negocios, diseñar un plan estratégico a largo plazo es crucial para alcanzar nuestros objetivos. Esto implica pensar no solo en el próximo movimiento, sino en los movimientos futuros y las estrategias para enfrentar posibles obstáculos. 

Finalmente, Manion subraya la importancia de administrar eficazmente nuestros recursos, incluido el tiempo. En el ajedrez, cada segundo cuenta; lo mismo ocurre en los negocios, donde una mala gestión del tiempo o de los recursos puede llevar al fracaso, incluso con una posición inicialmente favorable.

El pensamiento estratégico va más allá de lo inmediato. Requiere un análisis profundo de múltiples factores y escenarios futuros. Implementar sistemas de métricas y enfoque ayuda a estructurar este tipo de pensamiento de manera efectiva. 

"Análisis FODA" 

Una táctica simple pero efectiva para mejorar tu pensamiento estratégico es el "análisis FODA" (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). Al evaluar sistemáticamente estos aspectos, obtienes una comprensión clara de la posición actual de tu negocio y puedes identificar áreas clave para mejorar y oportunidades para capitalizar.

“Rueda de la vida”

La rueda de la vida es una herramienta de autoevaluación que permite visualizar y evaluar diferentes áreas de nuestra vida, como la carrera profesional, las relaciones personales, la salud, el desarrollo personal, entre otros aspectos importantes. 

Cada área se representa en una sección de una rueda, y se evalúa en una escala del 1 al 10 según cómo nos sentimos respecto a cada una. Esta técnica proporciona una visión clara y balanceada de nuestras áreas clave y nos ayuda a identificar dónde debemos enfocar nuestros esfuerzos para mejorar el equilibrio y la satisfacción general en nuestra vida.

Personalmente, la rueda de la vida me ha sido de gran utilidad para tomar decisiones informadas sobre mi desarrollo personal y profesional. Me ha permitido identificar áreas que requieren más atención y priorización, así como establecer metas claras y realistas para mejorar mi bienestar general y alcanzar un mayor equilibrio en mi vida.

La técnica de los 10 puntos” 

El 📒 “ Los 10 secretos de la riqueza abundante” (Jackson, Adam), cuenta la historia de un anciano oriental que se encuentra a un hombre abatido por su mala suerte. Éste le explica que es en los momentos duros y desfavorables cuando se fraguan los nuevos destinos, ya que uno se cuestiona su vida y se puede hacer las preguntas adecuadas para cambiarla. Este amable gurú nos ilumina con 10 secretos de la riqueza abundante y hoy quiero rescatarte el 4º secreto,que nos muestra una técnica sencilla y práctica para conseguir nuestros objetivos.

Personalmente, esta técnica me ha sido de gran utilidad debido a su enfoque estructurado y sistemático. Al dividir un problema en 10 partes, me obliga a considerar todos los ángulos posibles y evitar pasar por alto aspectos importantes que podrían afectar la solución. Además, permite generar ideas más creativas y encontrar soluciones más innovadoras al desafiar mis suposiciones y explorar diferentes enfoques.

Esto es crucial en cualquier situación de nuestra vida. Por ejemplo, imagínate que tienes que comprar un nuevo televisor. Puedes pensar, vale, me voy al Mediamarkt y lo compro.

Pero 🤔¿qué sucedería si es demasiado caro para tu economía? Puedes pensar, ¡pues no puedo comprarlo!.

Y aquí es donde entra el RETO; Cuando pienses que ya has explotado todas las posibilidades recuerda una cosa ¡no lo has hecho! Siempre hay una salida. Sólo necesitamos encontrarla.


La inversión más valiosa que podemos hacer en nuestras vidas es dedicar tiempo a pensar estratégicamente.  

Recordemos siempre que una táctica bien empleada puede ofrecer ventajas a corto plazo, pero es la estrategia meticulosamente planificada y ejecutada la que nos asegura beneficios sostenibles y duraderos. Herramientas como la técnica de los 10 puntos ofrecen un marco efectivo para explorar nuevas perspectivas y descubrir soluciones innovadoras ante cualquier desafío que se nos presente.

Al adoptar este enfoque reflexivo y sistemático, nos capacitamos para navegar por los complejos mares del emprendimiento y más allá. Preparados con un arsenal de herramientas estratégicas, estamos listos no solo para enfrentar los desafíos del presente, sino también para anticipar y capitalizar las oportunidades del futuro.

En resumen, la estrategia no es solo una herramienta empresarial; es una filosofía de vida que nos guía hacia el éxito y la realización personal. Con compromiso, disciplina y una visión clara, podemos trazar un camino que no solo nos lleve hacia nuestras metas, sino que también nos permita dejar una huella duradera en el mundo que habitamos.