Para empezar a desarrollar la creatividad personal primero hay que encontrar lo que verdaderamente nos apasiona. Encontrar tu propósito va íntimamente relacionado con tu crecimiento personal. Te sugiero que hagas una lista con todo aquello que se te da bien. Por favor, no te limites, ya tendrás tiempo para perfilar la lista después.
ANOTA:
Qué te encanta hacer.
Qué haces y sientes que se te van las
horas volando.
Qué te gustaría aprender y ser bueno en ello.
Qué habilidades has ido adquiriendo con los años.
Recuerda, sin pasión te aburres y si te aburres tu negocio no prosperará ya que encontrarás la forma de sabotearlo consciente o inconscientemente.
En caso de que ya estés emprendiendo esto puede ser algo que te ayude a diferenciarte. Por ejemplo, puedes ser un/a diseñador/a gráfico/a generalista quemado/a que decide especializarse
para dirigirse a clientes que comparten sus mismos valores o causa y pertenezcan a un nicho concreto.
A LO QUE SABES QUE SE TE DA REALMENTE BIEN.
En mi caso siempre se me ha dado muy bien las artes plásticas o la comunicación:).
EN QUÉ TU PROPÓSITO TENGA SIEMPRE UN FIN MAYOR.
Ofrece siempre algo de innovación en tu servicio y ayuda a transformar la conciencia colectiva.
EN OFRECER SOLUCIONES A UN PROBLEMA Y APORTAR VALOR.
EN QUE TU EMPRENDIMIENTO ESTÉ EN SINTONÍA CON EL ESTILO DE VIDA QUE DESEAS TENER. De que te vale tener una tienda de ropa en Madrid si tu lo que más deseas es vivir cerca del mar y viajar por el mundo.
EN CONSEGUIR RESULTADOS.
Todos los emprendedores/as debemos enfrentarnos a una prueba fundamental durante el proceso de creación y desarrollo de nuestro negocio: decidir cuándo pivotar y cuándo perseverar.
Parece una decisión sencilla de ejecutar pero no lo es. Los emprendedores somos optimistas por naturaleza y queremos seguir creyendo en nuestra idea aunque sea evidente que no va a funcionar. Así que, te recomiendo que estés preparado/a para enfrentarte a los resultados que obtengas y decidir con cabeza si pivotar o perseverar.
